4 pasos para detectar una cinta adhesiva de baja calidad
En el mercado de las cintas adhesivas existen muchos fabricantes y nos llega una gran variedad de muestras de producto. Nuestro responsable de calidad, después de revisarlas, descarta gran parte de estas muestras porque carecen de calidad.
Pero… ¿Cómo puedo darme cuenta si una cinta adhesiva es de calidad o no?
Veamos estos 4 puntos clave.
1 Observa el lateral
Empieza observando el lateral de la cinta adhesiva, ¿cómo está la cola? Si observas que se ha salido, que la parte lateral está muy pegajosa, es una señal de la actual bajísima calidad de la cinta.
Esto también puede suceder por un mal mantenimiento de las condiciones de temperatura de almacenamiento de las cintas adhesivas. Deben mantenerse en una temperatura estable, el frío endurece la cola dejando de pegar y el calor la reblandece creando una masa pegajosa y correosa.
En cualquier caso, es una cinta que no te recomendamos usar.
2 El color de la cola
Otra característica a tener en cuenta, es el color del pegamento. La cola debe ser transparente o blanquecina, pero si tenemos una cinta en la que vemos claramente que la cola se ha amarilleado mejor tirarla, ya que te puede traer bastantes problemas.
Esto puede pasarte tanto en una cinta de baja como de alta calidad y puede ser por tres motivos: por la baja calidad de la cola, por una mala conservación de la cinta o porque la cinta es muy antigua. Cuando la cola envejece con el paso del tiempo pierde gran parte de sus cualidades y adquiere este color.
3 Enrollado de la cinta
El tercer punto es fijarte en cómo está enrollada la cinta. Una cinta adhesiva de calidad de doble cara (o cualquier otra) está perfectamente enrollada. En cambio, una de baja calidad podremos observar partes arrugadas o incluso burbujas de aire.
4 Bolas de pegamento
Como última característica y la más destacable por su obviedad (si te lo encuentras mejor rechaza esta cinta) es encontrarte que el pegamento de la cinta ha creado bolas pegajosas. Si nunca lo has visto te dejamos una imagen a continuación dónde lo puedes observar claramente.
«Antes de comprar una cinta comprueba todas estas características, te facilitará tu trabajo».
Conclusión
Utilizar una cinta adhesiva que contenga alguno o todos los desperfectos que hemos numerado anteriormente es arriesgado. Puede producir bastante inconvenientes:
» No se pega en su totalidad.
» Se puede desprender en cualquier momento, dejando de fijar el objeto en cuestión y engancharse en otro que pase por la zona (imagínate si estás utilizando una cinta para enmascarar y fijar cable al suelo en una zona de paso).
» Degrada el color del objeto al que está pegado.
» Degrada el material al que está fijado.
» No cumple o deja de cumplir las normativas de seguridad y fiabilidad.
» Deja residuos dejando el objeto pegajoso.
» Se suelda con la superficie del objeto donde se ha pegado y no es posible retirarla.
Además, de los problemas que te puede acarrear trabajar con una cinta así: no se desarrolla con facilidad, está arrugada y no la puedes estirar, se te pega a las manos y te las deja pegajosas, se le pega todo tipo de materiales al lateral de la cinta (pelusas, polvo, pelos…), etc.
Por todo esto, asegúrate siempre de que la cinta está en las condiciones adecuadas de uso.
Para nosotros es muy importante, por eso la alta rotación de nuestros stocks y el mantenimiento de unas temperaturas ambientales estables en nuestros almacenes nos asegura un estado óptimo de la cinta adhesiva que te suministramos.